Mundo ilusorio, Purificación y Naturaleza búdica

«Como dijera el Buda en el Sutra del diamante: como una estrella, una alucinación, una candela, una ilusión mágica, una gota de rocío, una pompa, un sueño, un relámpago o una nube… conoce que todos los fenómenos compuestos son así.

Desde un punto de vista budista, cada aspecto y cada momento de nuestras vidas es una ilusión[…] La vida no es más que una corriente continua de ilusiones sensoriales[…] desde las [ilusiones] más obvias, como la fama y el poder, a aquéllas [ilusiones] menos fáciles de discernir, como la muerte, sangrar por la nariz o los dolores de cabeza[…]

¿Qué ocurre una vez que sabemos que todo lo que vemos y experimentamos es una ilusión? ¿Y qué queda una vez que esas ilusiones se han liberado? […y sobre todo, un asunto crucial es reconocer] …¿dónde encontraremos la raíz de estas ilusiones?»

PATRONES HABITUALES

[Esa raíz la vamos a encontrar]…»principalmente en nuestros patrones habituales y en sus acciones afines.

Por supuesto, nadie cabal nos imagina a cualquiera de nosotros dispuestos a vivir una ilusión. Pero somos seres contradictorios y, aunque estemos convencidos de que rehuiríamos una vida construida sobre el autoengaño, continuamos manteniendo un potente asimiento [aferramiento] a los hábitos ….»

PURIFICACIÓN

[No obstante] …»por mucho que parezca que los restos de comida se han cementado sobre platos y cubiertos de modo permanente, recuerda siempre que tan pronto como el agua jabonosa y caliente se ponga en marcha, todo quedará disuelto, dejando cada cosa limpia y reluciente. De modo que, antes de permitir que las apariencias te desborden, recordar que toda la suciedad puede disolverse te dará confianza. Y el proceso completo de seguir un sendero se tornará casi festivo.

Sentimientos de agresión, celos y orgullo vienen y van y, aunque todos nuestros estados emocionales y las vidas mismas que atravesamos son ilusorios y temporales, continuamos cometiendo el error de creer que no tienen fin y son permanentes.

Irónicamente, cuando no logramos ver más allá de estos engaños, también nos perdemos el único elemento perdurable que no tiene fecha de caducidad: la naturaleza búdica.

Sencillamente no la advertimos, aun cuando está tan cerca que igualmente podría estar justo delante de nuestras narices…»

NO PARA SER FELIZ
Dzongsar Jamyang Khyentse
Ediciones Dharma