Se ha tratado hoy el tema de la devoción al guía espiritual, justamente la raíz del camino, que es una de las realizaciones más difíciles en el budismo. A propósito de ello, se ha debatido sobre la forma correcta de afrontar las sesiones. Ya sea en grupo o de manera individual, pueda servir este texto de Gheshe Tashi Tserin como reflexión.
«Una mente que asume correctamete extrae su conclusión o bien sin basarse en ninguna razón en absoluto o bien basándose en una razón fallida. Lo hemos escuchado, parece correcto y, por tanto, lo aceptamos sin que nuestro propio razonamiento o nuestra experiencia forme parte de ello. Aunque lo investiguemos de alguna manera, no llevamos esta investigación demasiado lejos.
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Puesto que esta consciencia asume en lugar de saber, no tiene la verdadera capacidad de reconocer realmente el objeto. Aprendemos lo que es la impermanencia y asumimos que las cosas son impermanentes, y eso es bueno hasta cierto punto, pero podemos correr un gran peligro si nos sentimos satisfechos con nuestro análisis limitado y nunca vamos más allá, especialmente si nuestras suposiciones están acompañadas por una buena dosis de egoísmo intelectual. Por lo general, en el budismos tibetano hablamos de las tres sabidurias: la sabiduría de escuchar, la de contemplar y la de meditar. La consciencia que asume correctamente pertenece a la primera y sólo es verdaderamente útil si conduce a la segunda, que lleva lo que se ha entendido al siguiente nivel y finalmente conduce a una meditación unipuntualizada sobre el tema.»
Estudio de la mente. Psicología budista, Gheshe Tashi Tserin, Ediciones Amara.